Durante los últimos años distintos informes relacionados al emprendedorismo han mostrado el crecimiento en las tasas de la actividad emprendedora en Latinoamérica (17,3% - 2007), en general, y en Argentina (14,4% en 2007 y 16,5% en 2008), en particular:
Cabe destacar que los emprendimientos, para su análisis, se dividen en:
Emprendimientos por oportunidad: se llevan a cabo ante oportunidades en el mercado.
Emprendimientos por necesidad: surgen como medio de vida
En Argentina, la cantidad de emprendimientos por oportunidad, desde el 2002 hasta el 2008, ha mostrado un importante crecimiento por sobre los emprendimientos por necesidad, lo que se puede ver claramente en los siguientes datos estadísticos:
Año 2002: 50%;
Año 2003: 40%;
Año 2004: 28,9%;
Año 2005: 29,9%
Año 2006: 25,8%
Año 2007: 32,2%
Año 2008: 38%
Lo que tiende a demostrar la mejora en la calidad de los emprendimientos que se llevaron a cabo en ese lapso de tiempo.
La pregunta a formularse hoy debería ser: ¿cuál será el desempeño que tendrá a partir de ahora la actividad emprendedora?
Sin dudas, en un escenario de mayor incertidumbre, globalizado (donde las buenas y malas noticias llegan en segundos de un lugar a otro del mundo), con altas tasas de inflación, con tasas de crecimiento de PBI que comienzan a estabilizarse o directamente a decrecer, con mayores tasas de desempleo, la situación cambiará.
Dentro de este marco, muchas personas, motivadas por la baja del empleo en relación de dependencia y ante la dificultad de reinsertarse en el sistema, desarrollarán sus propios emprendimientos. Por ende, a diferencia de lo que muchos piensan, se prevé que la tasa de actividad emprendedora siga creciendo, aunque modificando su composición: los emprendimientos por necesidad tomarán mayor participación (lentamente, el incremento, ya se puede apreciar en las estadísticas citadas de evolución del emprendimientos por necesidad, tomando mayor relevancia estadística en los próximos años), lo que afectará la calidad y sustentabilidad de los mismos.
En estas condiciones, será determinante el aprendizaje y la rápida adaptación que cada uno de los actores realice para moverse dentro del cambio. Siendo imprescindible no dejarse llevar por el impulso (léase, en algunos casos, desesperación), procurando que la razón acompañe a la intuición y logrando que los emprendimientos que se desarrollen se orienten a negocios con ventajas competitivas (que no sólo sean “muy buenas ideas” fácilmente imitables por otros).
Atacar nichos de mercados, trabajar en negocios que sean conocidos por quien lleve a cabo el emprendimiento, evaluar las oportunidades que brinda la nueva tecnología y capacitarse para profesionalizar la gestión son cuatro aspectos (aunque no los únicos) claves a la ahora de llevar a cabo el emprendimiento.
Crear mi propio empleo y estar convencido de ello, serán los valores y pilares que guiarán este nuevo escenario. Adaptarse o morir. Es su elección!